Nuestra Historia
Los restos más antiguos del paso del hombre por el término de Albarreal se localizan en la finca Calaña, situada en la margen derecha del Tajo, que nos aportan abundante material neolítico.
Los romanos trazaron una calzada que cruzaba el territorio de este pueblo, paralela al mismo río, también en el mismo margen.
Ya en la época musulmana encontramos por vez primera documentada la aldea de Albalat que debió pasar a la Corona de Castilla en los años inmediatamente anteriores a la conquista de Toledo (1085).
El primer nombre que tuvo este pueblo fue el de Albalat, vocablo árabe que significa “la cloaca”, aunque algunos autores lo han traducido por “el palacio” (es probable que el prefijo –alba, a su vez, proceda de la lengua celta donde aparece “albiga, albiganus”).
El trece de febrero de 1095, Alfonso VI donó esta población al monasterio-castillo de San Servando en la ciudad de Toledo, habitado por monjes cistercienses de San Víctor de Marsella, convirtiéndose en primeros propietarios de esta aldea y territorios vecinos. El monasterio se abandonó a principios del siglo XII a causa de sucesivos ataques que sufrió de los almohades quienes incendiaron el castillo-convento 1099, sufriendo un nuevo sitio en 1110. Despoblado por los cistercienses, fueron encargados de su defensa los templarios, por privilegio de Alfonso VII, a quienes se cedió parte de los bienes de la anterior comunidad, hasta su disolución en el siglo XIV.
No se puede constatar si Albalat continuase bajo la autoridad de los nuevos moradores ya que al abandonar el monasterio fortaleza de San Servando, sus rentas pasaron a la Silla Arzobispal por concesión del Papa Pascual II, aunque no todas ya que parte de sus territorios y aldeas fueron del Temple. El hecho de que a la disolución de esta Orden sus bienes pasaran a realengo y a otras órdenes militares y Albalat fuera de realengo bajo la jurisdicción de Toledo desde tiempo inmemorial, se afianza la posibilidad de que este territorio lo recibieran los templarios del castillo de San Servando, con la dotación de Alfonso VII.
De nuevo nos encontramos a nuestro pueblo bajo la jurisdicción de Toledo en 1591 con el nombre de Alcalá del Río, quizás como corrupción del nombre musulmán primitivo.
En estas fechas se dice que es tierra de poca labor, se crían algunas ovejas y sus pobladores se dedican a la labranza, gobernándose por concejo abierto.
Pertenecen en lo eclesiástico al arciprestazgo de Rodillas y mantiene dos anejos llamados Acoberin y Fuentes, ambos con Iglesias a pié.
En 1639, el reino consintió en la venta de 8.000 vasallos de villa de realengo y la posibilidad de segregar las aldeas convirtiéndose en villas a su vez, para conseguir fondos con destinos a la Real Hacienda un tanto maltrecha.
A estos efectos enajenatorios doña Luisa Manuel viuda de don Alfonso Carrillo, Mayordomo que fue del Cardenal Infante D. Fernando de Austria, ya habia concertado la compra de Albalá en 1652, convirtiéndola en su señorio.
Al año siguiente por Real Cedula de 7 de marzo, se les concedía el título de villazgo, cambiando su nombre anterior por el de Alba Real, de acuerdo con el título de sus nuevos señores quienes no pudieron adoptar el Albalat por existir dos con este mismo nombre. La nueva villa se puso en posesión de doña Luisa Manuel con jurisdicción, señorío y savallaje, convirtiéndose en la primera Señora de Alba Real de Tajo.
En 1674, su hijo Fernando Carrillo, consigue del Rey la confirmación de la compra. El precio abonado se acercó a los dos millones de maravedíes.
Esta familia había adquirido en 1659 el señorío de Villamiel, siendo favorecido el susodicho D. Fernando Carrillo Manuel en el primer Marqués de Villamil, quien al morir sin sucesión, pasó el título a pariente colaterales. El señorío de Alba Real fue adquirido por D. José Vega Verdugo del Rincón y Hurtado, canónigo de Santiago de Compostela y Capellán de Honor de S.M., quién en 1690 fue elevado a la dignidad de primer Conde de Alba Real de Tajo. Nombró por herederos del título a los hijos del capitán don Alfonso Fernández de Romualla. Uno de ellos fue don Policarpo Romualla de Vega quien era conde de Alba Real en 1752, heredándole su hijo José en 1783.
En el siglo XVIII la población de la villa asciende de 781 habitantes. Se cultivan 3.500 ha. de secano y 500 de regadío. Manteniéndose alguna cabaña lanar en los pastizales.
Celebraban la fiesta de San Agustín y la parroquia se encuentra bajo la advocación de la Asunción de Nuestra Señora.
El cardenal Lorenzana realiza en el año 1782 sus Descripciones de los pueblos de España, en donde aparece Albarreal como “villa de señorío, sujeta al excelentísimo señor conde de Albarreal. Pertenece al partido de Rodillas…Al oriente confina con las dehesas, la una llaman Cambrillos y la otra Canillo. Tiene una barca que llaman de Portusa, por donde se pasa Taxo. Es tierra calma… Hay dos caseríos, uno Azoberín y otro Fuente, son restos de unos pueblos antiguos, cuya parroquial estaba dedicada a San Pedro. Al sur y al oeste hay unas dehesas llamadas Calana y Guadilla, inmediatas al río Tajo”.
Llegados los años 1836 y 1855, se producen las desamortizaciones eclesiásticas llevadas a cabo por Mendizábal y Madoz, respectivamente. Éstas, en lo que a Albarreal se refiere, supusieron: “…labranza de 340 fanegas con casa, 1500 reales de renta. Dos casas de labor, con bodega y lagar, con 400 fanegas y dos parcelas más propias del monasterio de San Clemente de Toledo. Azoverín propia del Convento de Santo Domingo el Antiguo, de 350 fanegas. Caniellas con 1800 fanegas, del cabildo catedral. Pequeña parcela de la Beneficencia…”
Callejero
Calle Amargura
Transcurre de Oeste a Este y era una de las últimas calles al Sur del pueblo. Su arranque del camino de Burujón y la recogida de aguas llovidas de dicho camino, también llamado de «Sacatierra», originaba abundantes inundaciones en las casas, hasta el punto de que los vecinos tuvieron que levantar escalones para entrar en ellas y poner protectores de madera, a modo de compuerta, para evitar que el agua inundara sus viviendas. También, porque en ella vivió gente muy humilde que soportó innumerables penurias en época de la posguerra. Popularmente se la conoce también como Calle de la «Rabia». En ella vivieron la familia de las «Carpeñas» la tía María Sánchez, conocida como María «Rayo», las familias Sánchez-Aparicio, «Los Higos», aún siguen viviendo algunos descendientes, el «Tío Ernesto», que fue mi peluquero, y su familia. A ella daban corralones de la «Tía Gumersinda» y la «Tía Petrita», que era por donde tenían acceso el ganado ovino y el de labor; en esta última está situado el bar «Lobato», regentado por un nieto de la antedicha propietaria; la entrada principal de la casa del «Tío Francisco Simón Arquero» y las de otras muchas que sería prolijo enumerar.
Calle Cambrillos (finca)
Esta calle, que aún no tiene rótulo, parte de la carretera vecinal TO-7741-V y sigue por el camino que conduce a la finca de dicho nombre. Está entre la casa del «Tío Manolo», para mí siempre será la casa del «Tío Manolo», aunque haya cambiado de dueños y el Campo Municipal de Fútbol.
Se llama así, porque de ella arranca el camino que va a la finca de Cambrillos.
Según el historiador Jiménez de Gregorio, Cambrillos es un despoblado que perteneció al duque de Arcos y que tenía por renta, en el 1700, 21.400 reales. Su extensión es de tres cuartos de legua (una legua equivalía a 5.572 metros, por lo que tres cuartos equivalían a 4.179 metros) a todos los aires. Limita al Este con la dehesa de Bergonza, al Sur con el Tajo, al Norte con la dehesa de Canillas y al Oeste con Albarreal de Tajo.
La tierra está cubierta de retama y de taray, que rozan por parcelas todos los años. Tiene unas dos mil ochocientas setenta y seis fanegas de marco (una fanega de tierra equivale a 64 áreas y 596 miliáreas) medidas por unidades de quinientos estadales (un estadal es una medida agraria que tiene 16 varas cuadradas y equivale a 11 metros, 17 decímetros y 56 centímetros cuadrados). La unidad de cada una es de 7,30 reales.
Pagan el medio diezmo de los corderos llamados extranjería (diezmo equivales a la décima parte), elevándose a ocho cabezas por año.
Hay dos casas, pajar y bollería.
Se cita Cambrillos en un documento del año 1266. Pudiera derivarse del antropónimo celta «Camarus».
Calle Campo
Se llama así porque ya, después de ella, no hay nada más que campo. Es paralela a la Calle Juan Carlos I y forma parte de una pequeña urbanización; está formada por viviendas de protección oficial. Su posición, en el plano, es la de Poniente y va de Sur a Norte, arrancando de las proximidades del Camino «Sacatierra», hasta el Colegio Público «Benjamín Escalonilla». Está ubicada, como las calles Juan Carlos I y parte de la calle La Cerca, en los antiguos terrenos de D. Benjamín Escalonilla. Personaje que bien merecería tener alguna calle en el municipio.
Calle Caño Nuevo
Está situada entre la confluencia de las calles José Antonio (¿de la Iglesia?) y Caño Viejo por el Oeste y de la Rivera por el Este. Se denomina así, porque al final de la calle, en su confluencia con la de la Rivera, Avenida de nueva creación, existió una fuente con dos grandes chorros, por cuyos caños fluía el agua, sin parar, día y noche. Fue la única fuente pública del pueblo hasta la década de los años cincuenta, en que se inician las obras de la red de distribución de agua potable para todo el municipio. Después se construye una fuente en la plaza de la Iglesia, que aún persiste, y otra en la Plaza de España, que servía para el abastecimiento urbano y el riego de la misma, cuando aún era terriza, y que hubo de suprimirse años después al no tener objeto, como fuente pública, al tener todos los vecinos agua corriente; después se construye una fuente ornamental que apenas dio resultado y hubo de suprimirse; fue sustituida por una farola de tipo isabelino con cinco faroles. Al final de la misma, en la acera derecha, vivió la tía Demetrio, la madre de mi amigo Rafa y la de otros hermanos más.
Calle Caño Viejo
Empieza esta calle en la confluencia con las calles de José Antonio y del Caño Nuevo hasta la Calle de Toledo. Su nombre se debe a que al final del pueblo, por la parte noreste, y junto al arroyo de Barcience, existió el primer caño de suministro a la población, cuyas aguas procedían de un depósito de aguas manadas y filtradas del arroyo próximo, que se llamaba la «Mina». En mi infancia yo conocí dicho caño, pues estaba detrás de las paredes de la casa donde vivían mis abuelos maternos, Julio y Eulalia, y allí mi madre solía ir a lavar la ropa. Después se hizo una canalización de dichas aguas hasta el caño Nuevo, ya descrito anteriormente, porque su proximidad al arroyo, en época de inundaciones, hacía prácticamente imposible surtirse de agua potable, además de ser poco accesible, por la dificultad del terreno.
En ella vivió, entre otras, la familia de Félix Palomo, más conocido por «Félix el Músico» la tía Juana la «Checha» y otras más que, con el paso del tiempo, se me han ido borrando de la memoria. Ruego disculpas por las omisiones.
Calle Cerca
Está situada de sur a norte de la población. Arranca del comienzo de la calle de la Amargura, por sur, hasta la calle Purificación, por el norte. Transcurre paralela a la Calle Procesiones.
Su nombre se debe a que, antes de construirse el Colegio Público «Benjamín Escalonilla», los terrenos donde se ubica dicho colegio, que pertenecía al señor que lleva el nombre del Centro y que fueron donados por el mismo para construirle, se llamaban «La Cerca». En esa época, eso era el final del pueblo por la parte oeste. En este terreno, los vecinos tiraban toda clase de deshecho, sirviendo poco más o menos de muladas, sobre todo en la parte próxima a la calle Procesiones. Unos de los primeros en edificar su casa y el corral para las ovejas, fue la familia de Aurelio Díaz más conocida por «Los Colores». También construye un corral, para el ganado, José «El Moyo». Después se fueron uniendo más familias, incluidas las que tenían sus casa en la Calle Procesiones, hasta completar dicha calle.
Calle Enlace
Es una calle muy corta. En ella viven solamente dos vecinos: Vicente García-Silvestre Escobar, que regenta el Bar «La Perla», en la casa que fue de sus padres Vicente García-Silvestre y Dominga Escobar y Francisca de la Oliva de los Santos, viuda de Ramón Simón. Se llama así, porque sirve de «enlace» entre la Plaza de España y la Plaza del Rincón.
Calle Eras (de las)
Empieza en la confluencia de las calles Purificación y Procesiones y termina al final de la Calle José Antonio en su entronque con la carretera vecinal TO-7741-V de Albarreal de Tajo.
La denominación de la calle es obvia: en su acera izquierda estaban situadas las eras, junto con las huertas del arrezual, hoy convertidas en una moderna urbanización. Esta calle no tenía entradas principales en su margen derecha, porque esa acera estaba ocupada por las puertas traseras de las casas, cuya entrada principal estaba en la Calle Taramona. Al principio de la calle, acera izquierda, en sus primeros números, vivieron las familias: de Víctor, más conocido como «El tío Vititos», padre de la tía Ulpiana, que en primeras nupcias estuvo casada con Laureano Gargolla. Fruto de este matrimonio fueron sus hijos Calixto y Socorro. En segundas nupcias se casó con Eugenio Pérez, conocido por Eugenio «Sgasta», del que nacieron: La Boni, Juanito, Mari-Luz y Eugenio. A continuación había un terreno en el que Sagrario Simón y su esposo Manuel construyeron una pequeña casa y destinaron el resto del terreno a huerto. Se lo vendieron a Emetrio Escobar y este, a su vez, al matrimonio José Velasco Triguero y Cloti Burgo García- Silvestre. El resto del terreno a Amelia Martín Simón. Sigue en la acera izquiersa de esta calle, una serie de chalet adosados de nueva creación. Al final donde mi primo Higinio de la Rosa Palomo, ha construido su casa en parte de dicho solar.
Calle Huertas
Calle que parte (de sur a norte) de la carretera vecinal TO-7741-V y termina en la Plaza de España.
Su denominación viene determinada por la cantidad de huertas que había en el margen de la izquierda de la carretera vecinal, mencionada anteriormente, hasta la casa del Tío Francisco Simón Arquero, abuelo de los «Simones». En la actualidad sigue habiendo huertas, aunque menos. Entre los hortelanos, cabe destacar al Tío Vicente García-Silvestre Pérez. En esta calle vivió el Tío Juan «el zapatero». En cuya casa, Carmen Simón se ha construido una gran mansión. Además de los denominados anteriormente, quiero citar la casa que fue de José «El Moyo» y la de la familia Marcial Marugán, más conocida por «los ropita». La calle, hoy día se ha alargado un poco más. En la acera izquierda ha aparecido una nueva calle llamada del Olivar, de la que ya hablaré en su momento. En la acera derecha, junto a la casa de Carmen Simón, se han edificado nuevas casas de Protección Oficial. A pesar de haber desaparecido de sus inmediaciones el Cementerio Municipal, éstas han sido las únicas viviendas construidas en la parte sur del municipio. Si bien, tengo que confesar, según los datos que poseo, que desde la Calle del Olivar hasta la bifurcación de la carretera vecinal, ya mencionada y el camino de La Puebla, más conocido por el camino de «las Parcelas», existen dos UA (unidades de actuación en suelo urbano) y un S 1 (sector de suelo urbanizable).
Calle José Antonio
Esta calle tiene su arranque en la confluencia de las calles Huertas, Amargura y Reguero. Es, digamos, la travesía de la población. Por ella discurre la carretera vecinal TO-7741-V y, ella misma, continúa hasta el final de la población por su parte norte, siendo la principal arteria del pueblo. En ella confluyen las calles Rosa (de la), Caño Nuevo y Caño Viejo, Toledo, Taramona, Torres, Eras y Finca de los Cambrillos.
Recibe el nombre del fundador de la Falange (José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia).
Nació en Madrid en el año 1903 y murió fusilado el 20 de noviembre de 1936 en Alicante. Sus restos mortales reposaron primero en el Monasterio del Escorial y después en el Valle de los Caídos.
En ella, hacia sus mitad, se encuentra la Iglesia Parroquial, por lo que no sería muy descabellado pensar que esta calle, antes de la Guerra Civil, se llamará «Calle de la Iglesia». Que conste que no tengo nada ni a favor ni en contra del nombre actual, pero todos sabemos cómo nuestras calles y plazas se llenaron de nombres de generales, coroneles y demás mandos militares, después de la contienda civil, desterrando de las misma los nombres con sabor antiguo de nuestros pueblos. Yo pediría a todos aquellos vecinos, que viven actualmente en dicha calle, que revisen las escrituras y los recibos de contribución de sus casa, con fecha anterior a la muerte del fundador de la Falange y verán como mi predicción es posible.
Calle Juan Carlos I
Es esta una calle corta, situada en la parte oeste de la población. Se encuentra entre la calle Campo y la calle de la Cerca. Como ellas, tiene su principio en el entroque del Camino de Sacatierra y la calle de la Amargura.
Está dedicada al actual Jefe del Estado y Rey de España, Don Juan Carlos de Borbón.
Tras la muerte del anterior Jefe del Estado, acaecida el día 20 de noviembre de 1975, Don Juan Carlos fue proclamado Rey de España el 22 de noviembre de 1975.
Bajo su reinado ha tenido lugar la transición política hacia la democracia, paso en el que el monarca ha jugado un destacado papel; especialmente durante los hecho acontecidos el 23 de febrero de 1981, momento en el que supo imponer su autoridad para detener lo que parecía consolidarse como «un golpe de estado » de carácter involucionista.
Nació en Roma en 1938 y es hijo de don Juan de Borbón y de Batenberg (quien renunció a sus derechos dinásticos en su favor) y nieto del rey Alfonso XIII. Don Juan Carlos I ha devuelto a España una democracia truncada cuarenta años antes y una larguísima tradición monárquica.
Calle Macarena
Es una calle de nuevo trazado fruto de la extensión de la población por el sector norte, está situada de sur a norte, empezando en la Calle de las Eras y atravesando la Calle de San Agustín llega hasta la nueva urbanización que se está terminando de construir en el sector UA 3, al norte de la población.
Su nombre, a mi entender, viene dado por la ermita que en el «Cerro del Moro» ha construido nuestro paisano Roberto Escobar Sánchez en honor de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena de Sevilla y que, desde hace unos pocos años, se venera en dicha ermita, realizándose todos los años una «romería» en la primera semana del mes de mayo.
Calle Martín
Es una calle muy corta. Transcurre de oeste a este desde la plaza del Recreo hasta la Plaza de España. Cuando se la puso el nombre, apenas habría 3 o 4 vecinos. Todos ellos en los números pares, zona sur, porque en los impares, zona norte, estaban los corrales del Tío Guillermo Escobar y la Tía Mercedes. En la actualidad sigue con el mismo número de vecinos que antaño.
El nombre de la calle viene dado por los habitantes de la casa «doblada» que daba también a la Plaza del Recreo. Pertenecía a la familia Martín y como en esa casa estaba hospedada la que fue mi maestra y la de muchos albarrealeños, Doña Eusebia de la Fuente, casada a su vez con el auxiliar del ayuntamiento, el Sr. Timoteo García, es por lo que no hay que tener mucha imaginación para comprender quién fue el autor de esa y de otras muchas que aparecerán en el transcurso de este callejero. Yo conocí a la Tía Irene, no así a su marido, pero sí a sus seis hijos: Filomena, Lucio, Pedro, Anastasio, María, Marta, Julia y Matías, Espero no haberme confundido ni en el número ni en el orden.
En los números siguientes vivieron: el tío Basilio «Machaca», la tía Magdalena y su marido Francisco, junto con sus hijos: Luisa, Ángel, Paco y Joaquina. También vivieron allí en matrimonio Guixé (Miguel y Joaquina) y sus hijos: Miguel, Paco y José Luis. Hoy, todas ellas han cambiado de dueño.
Calle Mundillo
Esta calle transcurre desde la calle Toledo hasta la calle Finca de los Cambrillos. También esta es una calle corta, estando edificada toda la acera del margen derecho, pero apenas la de la acera izquierda.
El nombre es otro invento del Sr. Timoteo. En esta calle vivían la tía Clara, la tía Pola, la tía Justa y el tío Emilio, la tía Isabel, la tía Anastasia, junto con su esposo Alberto «Algarroba» casado con ella en segundas nupcias. También mis abuelos maternos, Julio y Eulalia, con sus hijas Julia (mi madre), Magdalena y Eulalia. En esta casa vive en la actualidad mi amigo Juan Moreno. Recibe este nombre, a mi modo de ver un tanto despectivo, porque cuando se sentaban a coser, en la calle, por el día, lo mismo que cuando por la noche tomaban el fresco entre todas las vecinas se hacían los clásicos comentarios sobre las cosas y personas del pueblo. Hemos de tener en cuenta que no había ni radio ni televisión y estas reuniones podemos decir que fueron las pioneras de los programas de televisión llamados hoy día «rosa». De ahí que no hubiera mucha dificultad para que el susodicho personaje bautizara a la calle con dicho nombre.
Calle Nstra. Sra. de la Asunción
Su nombre se debe a la Patrona de la Iglesia Parroquial, cuyo nombre es el de Nuestra Señora de la Asunción. Su festividad se celebra el 15 de agosto y, en ese día, en otros tiempo, tenía lugar la primera reunión de la Hermandad de San Agustín, para planificar las fiestas en honor de nuestro excelentísimo patrón. Es una calle de nueva creación, producto del ensanche de la población por la zona norte. Su ubicación corresponde a lo que fue el tejar de Francisco Simón, sus hijos y sus nietos.
Calle Nueva
Esta calle parte de la Plaza de España y termina en la confluencia de las calles Taramona y Purificación. Otra calle que apenas si tiene o tenía vecinos, por eso el nombre de calle Nueva. Ello era debido a que en la mayor parte de las dos aceras confluían los corralones de don Benjamín Escalonilla, cuyo portalón principal daba a la plaza de la Iglesia.
Después se edifican algunas casa como consecuencia de la apertura del callejón de los Sánchez, aparte de la casa y la herrería del tío Eugenio «el herrero», con sus hijos: Domingo, José Rafael y Consuelo. Así mismo llamados todos ellos «herreros» como su padre. En la actualidad son sus nietos Juanjo y Primi quienes continúan con el oficio del abuelo. Las casa de la María y Juanjo, edificadas en terrenos de su suegro Anastasio el «correo», la casa del Sr. Cura y enfrente la de Domiciano, hoy reformada por sus hijas Rosi y Vito. Un poco más arriba estaba la casa del tío Hermógenes y la tía Basilia con sus hijos. Como vemos, el nombre de Nueva no viene dado porque fuera de nueva construcción, la calle en sí ya existía, sino porque apenas había vecinos, sólo las paredes de los corrales que aún hoy día persisten.
Calle Olivar
Esta calle está orientada de Este a Oeste, partiendo de la calle de las Huertas y siguiendo hasta el Camino de Sacatierras. Eso es al menos lo que dice el mapa del catastro, aunque, si la recorréis, observaréis que, casi al final, está cortada y en su lugar proliferan unos pequeños huertos.
Es una calle ni muy larga ni muy corta, es un término normal para un pueblo de estas características. Como decía al hablar de la calle de las Huertas, ésta es de las pocas que se han unido al casco antiguo por la parte sur. Su nombre está bien claro: del Olivar porque, donde está ubicada, anteriormente había olivas.
Como la calle anterior, hay una parte en la que aún perduran las tapias de antiguos corralones dedicados al ganado.
No quisiera equivocarme, pero, si no es así, me corregís. En ella habitan, no sé si lo voy a decir por orden o no, Pepe Pérez y Carmen Escobar, Eusebio, Bonifacio, Pilar Simón, Santiago García Silvestre y Angelita López, Emiliano y Crescencia, Gúmer y Rufo, Luis y Luisa, Agustín de la Rosa y Araceli.
Calle Plaza España (de)
Es una plaza no muy grande, pero muy bien diseñada. Hay una parte, la más importante, peatonal y cercada y otra abierta al tráfico.
En ella está el Ayuntamiento. Junto a él la que fue Escuela Unitaria y después Escuela de Párvulos. Enfrente junto al bar «La Perla», la Farmacia. En esa misma casa se situó el Centro de Teléfonos, hasta la automatización de la línea telefónica. Estuvo regio por Miguel Guixé Cortes. Dicha casa perteneció antes de ser central telefónica, al tío Aurelio «seisdedos»
En tiempos, la mayor parte de las tabernas o bares, como se llamaban ahora, estaban situados en ella: los establecimientos de Mamerto, Fabio y el tío Lino, hombre de reconocida fama en toda la comarca. En la fachada norte estaba la entrada principal de las viviendas de las hermanas Gumersinda y Petrita Lázaro Carrasco.
En ella se celebran todos los actos oficiales, así como los espectáculos y bailes populares de las Fiestas Patronales.
Calle Plaza Recreo (del)
La situación de esta calle está ubicada entre la Plaza del Rincón, la Calle Ronda y la Calle Martín.
Debe su nombre a que en el lugar que ocupan actualmente el Centro Médico y el Hogar del Jubilado, hubo una Escuela Unitaria; de ahí que la plaza sirviera como lugar del «recreo» para los alumnos de dicha escuela.
Posteriormente, pasó a ser vivienda del matrimonio formado por Dña. Eusebia de la Fuente, que fue la maestra de la Escuela Unitaria en un local anexo al Ayuntamiento, y de su esposo, el Sr. Timoteo García, que era el auxiliar de dicho Ayuntamiento. Anteriormente, mientras se reestructuraba como vivienda, vivieron en la casa de la tía Irene en una casa que hoy es propiedad de la familia Guadamillas.
En esa misma plaza vivieron: la tía Norberta, la tía Cándida cuyo domicilio es ahora el de Justo de la Oliva y de Paca, su mujer, Eugenio y su esposa Agustina. La casa de la tía Máxima, ahora vive en ella su hija Juliana.
Hasta no hace mucho, aquí se instalaban las atracciones feriales, junto con la Plaza del Rincón.
Calle Plaza Rincón (del)
Esta Plaza, lo que queda de ella, se llama así porque en el extremo oeste hay un callejón sin salida que da nombre al «rincón» del que se deriva la plaza.
En ella han vivido los matrimonios Guillermo y Julia, mis padres, donde yo nací, y mi hermana Sacra, porque mi hermana Pili que es la que vive actualmente en el número 8 de esta casa, nació en Arenas de San Pedro (Ávila). El tío Tomás y la tía Juliana con sus hijas, la tía Manuela y sus hijos, la tía Mercedes que fue nuestra comadrona durante muchos años y su hijos, el tío Benjamín y la tía Justa y sus hijos, el tío Juan y la tía Nati con sus hijos, el tío Lope y la tía Cristina y sus hijos, ahora que después de que uno de los herederos la vendiera, vive Roberto Martín Aranda. El tío Bernardo y la Petronila con sus hijos, que actualmente viven en ella Genaro y su esposa Sole con sus hijos. El tío Pedro y la tía Candelas; ellos, al no tener hijos, heredaron sus sobrinos Dámaso y Sagrario, que ahora viven en ella con sus hijos Rodrigo y Alba. Parte de ella fue vendida a Genaro. A continuación, Juana González y su esposo , en la casa que fue de su padre y de su abuelo. La tía Antonia, cuando yo la conocí era ya muy viejita. Después vivió en esa casa el tío Gerardo González, más conocido por el tío Cuadrado y su mujer Elena juntos con sus hijos. Ahora tienen su domicilio en ella, Bienve y la Mari. Y por último, el tío Aniceto y la tía María, casada en segundas nupcias con Aniceto; ella llevó dos hijos de su anterior matrimonio: Mari y Félix; en el matrimonio tuvieron tres hijas: Marina, Gloria y Luisa. Fueron mis vecinos de toda la vida, regentaron durante muchos años una de las dos panaderías que había en el pueblo.
En esta plaza y en la del Recreo, suelen instalarse los mercadillos de los lunes, también en ella, la churrería durante las fiestas patronales.
Calle Purificación
Esta calle empieza en la confluencia, de este a oeste, con la calle Nueva, Taramona y la calle de las Eras. Desembocan en ella la calle Procesiones y la calle Cerca. Debe su nombre a una señora que vivió en en una casa, propiedad de Florencio y Marciana, llamada Purificación a quien adoptaron. Esta casa es la única existente en medio de las calles mencionadas. Se casón con Fabio Palomo ya difunto, también ella con el que tuvo tres hijos: Sixto, Rosi y Antonio. Cada uno de ellos ocupa una parte de la que fue la casa matriz
En esta calle esta ubicado el Centro Parroquial. El resto, junto con la antigua Casa Parroquial que tenía su entrada por la calle Nueva, pertenecen ahora a Anastasio Simón. Junto a las mencionadas viviendas, tiene la suya África, heredera de Luis Palomo y enfrente, Casimiro Sánchez; Aunque la fachada principal de la casa de este pertenece a la calle Procesiones. En el rincón de la derecha, antes de estrecharse la calle, esta la casa que perteneció a Cirilo Martín. En ella vivió su hija María Martín con su esposo Elfidio Lobato y sus hijos Olvido, Juan José, Agustina y Diógenes. Con posterioridad vivieron en alquiler: Estefana Simón, su esposo y sus hijos. Al dejarla esta familia, volvieron a ocuparla los hijos de María María Martín.
Calle Pozo (del)
A mi entender, esta calle, que va de norte a sur y desemboca en la Calle de San Agustín, su nombre le viene dado del pozo o los pozos existentes en el «arrezuzal», terreno donde ahora se ha construido una nueva urbanización. Es una calle de nuevo trazado, de acuerdo con la extensión del pueblo hacia la parte norte.
La única vivienda que existe, por el momento, es la que ocupa el matrimonio Miguel-Ángel Sánchez Pinel y su esposa Sandra García-Silvestre González.
Calle Reguero (del)
Es una calle muy corta que empieza en la calle de José Antonio y termina en la calle de la Rivera. Está situada entre la confluencia de las calles Amargura, Nueva y José Antonio.
Su nombre, que aún no tiene rótulo, pero en Internet sí aparece, viene dado por las aguas que vertían en el antiguo puente del arroyo de Barciencie desde la Calle de la Amargura.
En ella sólo encontramos un vecino que es Bar La Rivera, propiedad de Miguel
Calle Rivera (de la)
Esta es una calle de nueva creación. Empieza al sur de la población paralela a alas calles Olivares, Huertas y José Antonio, hasta la calle Camino de los Cambrillos. Ocupa el margen derecho de lo que antiguamente, era el cauce del arroyo de Barcience. No esta ocupada por muchos vecinos porque la mayoría de las puertas que dan a ella son las puertas trasera de las casas mencionadas anteriormente, salvo algunas viviendas de nueva construcción. Al principio, en la acera derecha se encuentra el almacén del Ayuntamiento, el Polideportivo y el nuevo Centro Médico de Salud. A la altura del Bar La Rivera, frente a él, dentro del cauce del antiguo arroyo se ha construido un grupo de viviendas adosadas. Más arriba, la Piscina Municipal y frente a ella un aparcamiento y un paseo público que se prolonga hasta el final de la calle.
Calle Ronda
Esta es una calle muy corta, empieza entre las plazas del Recreo y del Rincón y termina en la calle de las Procesiones. Según el plano de Internet, esta calle llegaría hasta la calle Cerca, pero en realidad, observamos que desde la calle de las Procesiones, hasta dicha calle, solo hay un paso de peatones. A mi entender, esta calle se llama así, porque era donde los quintos iniciaban sus cantos en laépoca, no lejana, en que tenían que ir a ala «mili». En esta calle vive Angelita Camacho. En tiempos, vivió Calixto Gargolla y su familia, ya mas hacia la esquina y confluyendo con la calle Procesiones, vivió una mujer sola muy viejecita que la llamábamos, la tía Mereja. Es posible que su nombre fuera Hermenegilda, a esta mujer la obsequiaron con una sonora «cencerrada» por haberse casado con un viudo, siendo ella también viuda. El director de la «cencerrada» fue el tío Manolo «el curato», sus hijos y muchos otros vecinos.
Calle Rosa (de la)
Yo me atrevería a llamarla de la Rosa, porque los que vivieron aquí en esta calle tan corta fue mi tío Lino y su hermana Felisa que se apellidaron de la Rosa. La casa de mi tío Lino fue el salón de actos del pueblo: baile, cine, teatro, salón de bodas, taberna y estanco. En la casa de enfrente vivió el tío Emeterio y su esposa Felisa con sus hijos que eran agricultores. Cuando marcharon a Madrid, vendieron la casa a Mateo Rodríguez que instaló en ella la panadería que tenía en la calle Procesiones. Cuando éstos, a su vez marchan también a Madrid, venden la casa a Saturnino ya difunto y a su esposa Máxima que sigue viviendo en ella.
Callejón Sánchez (de)
Este callejón donde viven o vivían varios hermanos apellidados Sánchez, nace como una necesidad el de dar utilidad a unos terrenos que se dedicaban a corrales para guardar el ganado y utilizarlos además como vivienda propia para ellos y sus familias. No hubo más que tirar una parte de la pared y unir el callejón a la calle Nueva y así dar salida al mismo. Y como no había que romperse mucho la cabeza para darle nombre, al igual que otras muchas calles ya explicadas en este callejero, se le puso Callejón de Sánchez y ahí estará por los siglos de los siglos.
Los hermanos que vivieron en un principio en este callejón fueron: el tío Paco y su familia, la tía Benita con su esposo y sus hijos, el tío Honorio y su familia, el tío Jacinto junto con su esposa y sus hijos y la Ramona que aún sigue viviendo allí. Como habréis podido apreciar, he indicado el nombre de dos mujeres antes que sus respectivos maridos porque en realidad ellas eras las «Sánchez».
Calle San Agustín
Es una calle un poco más larga que las anteriores, va de este a oeste empezando en la carretera vecinal TO-7741-V a Torrijos y terminando en el campo, paralela a la calle Purificación.
Es una calle que, por así decir, sirve de límite entre lo que era el casco antiguo y la nueva urbanización que se ha construido en la zona norte de la población.
Esta calle hace referencia al Patrón del pueblo, San Agustín, elocuocentismo y santo doctor de la iglesia, obispo de Hipona nacido en Tagaste, situada dentro de lo que hoy es Argelia, en África, que floreció a finales del siglo IV de la era cristiana. Su fiesta se celebra el 28 de agosto.
En ella tienen su vivienda Carlos y su familia, Agustín Simón y su esposa Fé. Después hay un grupo de viiviendas de «Construcción Pastor», seguidamente los hijos de Agustín y Fé.
En la acera izquierda «Construcciones de Miguel Simón», a continuación, una hija de Daniel y Pilar Simón y un hijo de Justo y de Paca, y después tendremos una casa ocupada por un matrimonio «asturiano», y por último la casa de una hija de Pepe y Longina.
Calle Sol (del)
Es una calle también corta, va de este a oeste, empezando en la calle la Cerca y terminando en una verja o cerrado, porque ya no hay más urbanización, está el campo.
Su nombre, a mi corto entender, se le puso porque al salir el sol, ilumina toda la calle y lo mismo ocurre cuando se oculta. Es una calle sin salida.
En ella tienen su casa los vecinos: Aniano y la Raimunda, Florentino el hijo de la tía Juana y su familia, y el hijo de Rufo y Gúmer.
Calle Taramona
Es una calla corta, va de Este a Oeste desde la Calle José Antonio a la confluencia con las calles Nueva, Purificación y Eras.
Desde pequeño siempre me he preguntado por el origen de dicha calle, sin encontrar respuesta alguna. Sin embargo, en el pueblo donde vivo, a veces he escuchado esta expresión: “Ese es más rico que Taramona”. Debido a ello, al leer algún artículo de mi muy apreciado amigo Julio Longobardo, torrijeño de pro y Doctor en Historia, le pedí alguna referencia sobre el nombre de la calle que nos ocupa y he aquí el resultado:
“La familia Taramona era oriunda de la localidad vizcaína de Herrera de Zalla (actualmente Zalla), en la comarca de las Encartaciones. Nuestro principal personaje D. Manuel de Taramona y Díez de Entresotos nació en ella en el seno de una familia rica de letrados, industriales y terratenientes. Fueron sus padres don Manuel Taramona y Sáinz y doña Ramona Díez de Entresotos y Goicoechea. Don Manuel de Taramona y Sáinz fue consejero del Banco de Bilbao, fundador de la Sociedad general de Transportes Eléctricos (S.G.T.E.), accionista y consejero del Banco de España y de la Sociedad de Altos Hornos de Vizcaya. A su muerte recibió el honroso título de Benefactor de Zalla. Su hijo homónimo Manuel de Taramona y Díez de Entresotos continuará la labor paterna en estos cargos, a los que añadirá la presidencia de la compañía Firestone Hispana, en 1933
La vida de Manuel de Taramona y Díez de Entresotos junto a la de su inseparable hermano y socio Arturo (nacido un año después que él, en 1878) discurre entre Madrid y Bilbao, siempre entregado a sus negocios bancarios e inmobiliarios, desde principios del siglo XX hasta su muerte, acaecida en la capital el 25 de agosto de 1933.
En 1901, decide invertir un cuantiosísimo capital en la compra de tierras en nuestra Comarca, convirtiéndose en uno de los principales terratenientes de la misma. En marzo de dicho año, dos años del fallecimiento de Su Santidad León XIII, le compra al Pontífice, a la sazón, curiosamente propietario, el pueblo de Barcience, transformando el lugar y explotaciones agrarias en un modelo a seguir. Repuebla el término con más de un millar de pinos ordena la construcción de una escuela para los hijos de los trabajadores, restaura la iglesia y sus preciosos frescos (actualmente desaparecidos) y sobre las ruinas de la casa- palacio de los condes de Cifuentes, obra del inmortal torrijeño Alonso de Covarrubias, ordena erigir un precioso palacio neomudéjar que, que desgraciadamente, se encuentra en trance de desaparecer.
Y a la compra de las tierras de Barcience les suceden las de las mejores fincas de los términos de Rielves, Albarreal de Tajo, Gerindote, Torrijos Burujón, Novés, Escalonilla, La Puebla de Montalbán, “Al Cubillete”…..
Y al amparo del rico “clientelismo político”, en consonancia con la política caciquil imperante en España, don Manuel de Taramona y su hermano Arturo inician su carrera política dentro de las filas del Partido Liberal por la jurisdicción de Toledo. Manuel fue diputado en las elecciones de 1910, 1914, 1916 1918, 1919, 1920 y 1923; mientras que su hermano Arturo será senador en las elecciones de 1918, 1919, 1921 y 1923. En este año, ambos hermanos deciden abandonar la política y dedicarse plenamente a sus pingües negocios. Con razón se acuñó en nuestra Comarca el dicho: “Tiene más dinero que Taramona”, que aludía a la cuantiosa fortuna de don Manuel.
Un aspecto a tener en cuenta en la familia Taramona fue el entronque de algunos de sus miembros con la nobleza, con los llamados “Grandes de España”.
Esto es lo que pretendieron, y a mi fe que lo consiguieron.
No es de extrañar que la “gran manzana” que hay entre las calles: Toledo, José-Antonio, Taramona y Nueva, de nuestro pueblo, fuera de este señor; de ahí el nombre de la calle.
Calle Toledo
La Calle de Toledo parte de la Calle Nueva, atraviesa la Calle de José Antonio y desemboca en la Calle de la Rivera. Su nombre, nunca mejor dicho, es porque, siguiendo el Camino de los Cambrillos, nos lleva directamente hasta Toledo. Hay que vadear el Río Guadarrama a la altura de Cambrillos Viejo y seguir hasta la Urbanización Vistahermosa. Allí enlaza con la N-403 y ya estamos en Toledo. Una de las calles de dicha urbanización se llama así: C/ Camino de Albarreal de Tajo. En esta calle vivieron, al principio de ella, el matrimonio Domiciano de Torres y Consuelo. Ahora está ocupada por su hija Rosi y su esposo Vicente. Un poco más allá, a la derecha, detrás de la Iglesia Parroquial, se halla el solar de lo que fue el primer Cementerio. Para quien no lo sepa, antiguamente, el Cementerio del pueblo estaba al lado de la Iglesia. Ahora, al menos en España, se encuentran fuera del pueblo, extramuros. A continuación, parte de la casa de Anastasio Copado, donde estaba el “correo”. En la acera Izquierda, la casa de Miguel Simón y su familia; en un solar perteneciente al corralón del Tío Martín Ferrero que perteneciera, quizá, a la parte de “manzana”, que anteriormente reseñé, como perteneciente a don Manuel Taramona. Atravesando la Calle José Antonio, en el rinconcito de la derecha, la Casa del “Tío Pinto”. La casa del Tío Domingo y la Tía Dorotea. El Tío Esteban y la Tía Marceliana, hoy pertenece a nuestra prima Mili. En la acera izquierda, la Tía Andrea; hoy es vivienda de Ángel Vaquerizo y su familia. Siguiendo por la misma acera, la Tía Anselma; hoy es la vivienda de Luciano y la Juli. A continuación está la que fuera casa de Damián Lobato; hoy ocupada por Carmen, la viuda de Florencio. Siguiendo en el ensanche de la calle, la Tía Marceliana y el Tío Pellejo y su familia. A continuación, la casa de nuestra prima “Mere”, viuda de Pascual Arenas. Ya, por último, la que fue casa del Tío Eustaquio y la Tía Amparo, hoy perteneciente a Pablo el hijo del Tío Salvador.
Calle Torres
Se llama así, porque en ella tuvo su tienda y su casa Marciano de Torres, en la que vivió con su esposa Luciana y sus hijas Rosario, Asun y Ceci, que es a quien pertenece en la actualidad.
Esta Calle se orienta de Este a Oeste entre las calles José Antonio y Mundillo y es una calle más bien corta.
Doroteo Palomo Ciruelos